martes, 18 de septiembre de 2012

Un viajecito de palabras

El Viajecito de Felipe se presenta hoy en Café Vinilo

 Txt Lucía Levy

Sólo necesitan una silla, silencio y gente que escuche. Estos son los únicos ingredientes necesarios para que la ceremonia se encienda. Ellos, los narradores, fueron cuatro en el comienzo, pero ahora son tres: Juan Manuel Tapia, Manuel de la Serna y José Luis Gallego. Desde el 2007 forman El Viajecito de Felipe, una compañía de contadores de cuentos para toda la familia. 
 
Eramos compañeros de un taller de narración y salió la idea de unirnos”, recuerda José Luis Gallego, que además escribe sus propios cuentos, “son más para adultos porque suelo hablar de lo escatológico y uso mucho humor negro”, explica. Más allá de las diferencias que nutren este trío – Manuel de la Serna, por ejemplo, es maestro jardinero y le gusta lo infantil – todos trabajan con el género folclórico, con los relatos anónimos del mundo y suelen mezclar distintos géneros en un mismo cuento. 
 
Construyen el espectáculo como un viaje emocional en el que los oyentes-espectadores se hipnotizan por los matices de las voces. Difícil de encasillar, el espectáculo no es una obra de teatro, tampoco radio en vivo, es, simplemente, una hora de magia en la que la protagonista es la voz. “La narración oral como género artístico es muy diferente al teatro, aunque comparten algunas aristas. No trabajamos con vestuario ni escenografía sino que a través de la palabra instalamos las imágenes. La escenografía y el vestuario suceden en el inconsciente de los que escuchan”, aclara José Luis.

Trabajan sin micrófono, a la vieja usanza. Los cuentos no los aprenden de memoria sino que los internalizan, los hacen suyos. “Retomamos la idea de contar historias junto a un fuego sin tecnificarlo. Nuestro arte tiene mucho que ver con la espontaneidad porque no leemos los cuentos, los contamos”, agrega. Ellos logran rescatar el oficio antiguo y olvidado de narrar historias, oficio que primero fue desplazado por la radio y luego por la televisión. Hoy ya casi nadie lee cuentos, salvo algunos padres que aún se hacen un hueco durante el día para hacer crecer la imaginación de sus hijos. Pero los adultos, los grandes, se olvidaron del placer de escuchar una buena historia.


Para recordar qué era lo que se sentía estar en la cama oyendo atento un buen relato, este martes 18 de septiembre El Viajecito de Felipe se presenta en CaféVinilo con el ciclo ‘Siesta’, sesenta minutos de cuentos de terror. “La opinión y los sentimientos de los oyentes son fundamentales para narrar historias porque los cuentos no se cuentan para la gente, se cuentan con la gente. Para que el ritual mágico se construya, tiene que haber un contrato místico entre el que relata y el que escucha”, sintetiza José Luis. Serán sesenta minutos en los que el público se entregará a la magia de las voces relatoras, sesenta minutos en los que risas, miedos y tristezas serán el boleto de ida hacia un viaje del que no se vuelve de la misma manera.





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